“Las palabras son todo lo que tenemos” Samuel Beckett
Desde muy niño me he sentido fascinado por las palabras. Tuve la suerte de tener en mi familia personas que me iniciaron muy tempranamente en la lectura, mi madre, Luisa, que era una lectora compulsiva; mi hermano Guillermo, que estudiaba en Madrid, y cada vez que regresaba por vacaciones me traía un puñado de cuentos que había comprado en la cuesta de Moyano…
De las versiones ilustradas de la Illiada o la Odisea se pasa a las lecturas juveniles, Verne, Salgari, London, Stevenson… Desde ahí se salta a los clásicos universales… Kafka, Borges, Twain… Luego, como decía Cervantes, se lee hasta el papelito roto que está tirado en la calle…
No es extraño pues que mi formación intelectual haya estado basada en la Filología Hispánica y el Arte Dramático. Las palabras, escritas o dichas con belleza o precisión han marcado mi vida.
Desde ahí mi trayectoria profesional me llevó de forma natural al mundo de la Publicidad y el Marketing, que consisten también en el arte de comunicar de forma excelente. Alguien tiene algo que contar y yo le ayudo a hacerlo de la mejor manera que soy capaz.
Ese es mi trabajo, ese es mi reto, esa es mi pasión.