El suministro mundial de alimentos se ha vuelto tan complejo que a los productores e intermediarios les resulta cada vez más complicado garantizar la procedencia de los mismos. Ahí es donde el blockchain puede encajar.
La relación de los consumidores con la alimentación ha cambiado. Cada vez estamos más interesados y pedimos mejor información sobre lo que queremos consumir y cómo queremos que se produzca.
El auge del bitcoin ha hecho que las miradas se posen sobre el blockchain y su potencial utilización para garantizar transparencia y seguridad en el sector agroalimentario. Esta tecnología se basa en un sistema de almacenamiento e intercambio de información a través de una red de usuarios en un espacio virtual abierto. Permite ver todas las transacciones simultáneamente y en tiempo real, realizadas por infinidad de terminales independientes. Al no almacenarse la información en un punto centralizado, es casi imposible piratear ni modificar los datos. Traducido al sector alimentario, por ejemplo, un minorista podría saber en todo momento con quién ha tratado su proveedor y de dónde viene el producto.
Grandes nombres del sector como Carrefour, Unilever o Nestlé ya estudian cómo implementarlo en toda su cadena de suministro, por motivos económicos y de imagen. En este sentido el blockchain proporciona una plataforma neutral, con una serie de reglas definidas que todos los participantes independientemente de su ubicación deben seguir, tanto los usuarios como los operadores.
Actualmente, gran parte de los datos de control son auditados por empresas externas y almacenados en papel o en una base de datos centralizada. Estas bases de datos son altamente vulnerables a inexactitudes informativas, piratería informática o errores intencionados motivados por la corrupción o por comportamientos fraudulentos. El blockchain opera de forma anónima y descentralizada, por lo que los errores se pueden rastrear hasta los responsables individuales. Además, puede ser la respuesta ante la necesidad de saber más para poder tomar decisiones informadas en nuestra dietas, pero para ello es aún es necesario trabajar y desarrollar su implantación.
Fuente: Panda Security