Entre principios de 2009 y finales de 2011 me dio por escribir. Sí. Nada menos que una novela. Todo un reto para alguien tan visual como un servidor.
Hay quien dice que puede ‘ver’un cómic o una película al leerla. Después de todo parece que uno no puede desembarazarse de su naturaleza así, tan ricamente.
El caso es que tras la campaña de micromecenazgo que hacía posible la edición, a través de la editorial libros.com, había que diseñar la preceptiva portada. Idealmente me hubiese gustado poder contratar a otro diseñador, ilustrador o fotógrafo, porque ser a la vez el escritor de ‘la cosa’ y el diseñador de la portada me supuso un verdadero suplicio. Probé solo con tipografía, también con un símbolo gráfico, y con varias series de fotografías.
Al final opté por hacer una consulta a través de las redes sociales a los mismos mecenas que habían comprado el libro mucho antes de que estuviese editado. Y ganó la fotografía que podéis ver al final de la galería de imágenes. Aún hubo que pasarla del blanco y negro original a los tonos que la editorial tenía definidos para la colección donde se enmarcó la obra.
Podéis ver aquí varias imágenes de la serie que dio lugar a la portada, y aunque el motivo del artículo no es ni mucho menos vender libros, recomiendo la novela a quien guste de una ciencia ficción distópica pero sin grandes aspavientos. No aparecen monstruos, mutantes ni alienígenas. Trata de temas tan candentes y que a todos nos afectan como la crisis económica y de valores que nos toca vivir. Tú mismo podrías ser uno de los personajes; también algún familiar, amigo o vecino. Quizá encontréis un regusto al cómic underground de los 80 y 90. ¡Ah! Y el Arte con mayúsculas está presente durante toda la obra. Más información aquí.