A veces se da la paradoja de que ser –también– ‘de la vieja escuela’ es un factor clave para que te inviten a participar en un proyecto ‘de lo más in’. ‘Energy sistem’, calificado por muchos como el ‘milagro tecnológico alicantino’–puesto que compite cara a cara con ‘Apple’ o ‘Sony’– trabaja habitualmente con ‘Casanova Comunicación’, quienes están realmente a la altura de la orientación estratégica y el público al que se dirige la marca. Hasta ahí todo perfecto. Pero, ¿qué sucede cuando la marca está dando el salto de los reproductores mp3 al libro electrónico y al tablet, y tiene en mente sorprender en breve con un smartphone para ‘quitar el hipo’, y para todo ello precisa diseñar un sistema OSD (On Screen Display) original, distintivo y propietario? Pues sí, para que esos iconitos pequeñitos puedan cumplir su función de conectar con la visión del usuario y mediante tacto interactuar con la programación del ‘gadget’ alguien tiene que, minuciosamente, definir una retícula y un sistema de rasgos con el que diseñar cada uno de los iconos necesarios. Es más, ese alguien debe dejar claros los criterios para diseñar cualquier otro icono que la evolución tecnológica depare a la marca en el futuro. No es algo de lo que puedas alardear con tu madre (no entendería nada en absoluto) pero sin duda se trata de un reto de lo más estimulante para un diseñador de la ‘vieja-nueva’ escuela, como se define a sí mismo Juan Aís.