La ciberseguridad empresarial ya no trae de cabeza solo al responsable de ese área, sino también a los propios directivos de las compañías. Se pudo comprobar con los ciberataques a Equifax o la llegada de Wannacry: no se trataba de meras brechas de seguridad, sino que acabaron influyendo de manera determinante en la reputación de las compañías afectadas y en la caída de la confianza por parte de sus clientes, inversores, proveedores, etc.
Hace tiempo, cuando las empresas empezaban a hablar de ciberseguridad, lo hacían en términos de potenciales peligros que afectaban esencialmente a la integridad informática de su compañía. Sin embargo, a día de hoy a la ciberseguridad empresarial le sigue otro concepto esencial: el de la gestión de riesgos.
Y es que la ciberseguridad ya no es un asunto vital solo para las empresas tecnológicas, sino que cualquier gran compañía la tiene colocada dentro de sus grandes planes estratégicos, puesto que la llegada de un ciberataque no solo puede suponer la pérdida o contaminación de ciertos datos, sino, sobre todo, la puesta en peligro de la reputación y la propia supervivencia de la empresa afectada.
Las perspectivas a futuro hablan por sí solas: aunque las compañías están preocupadas por mantener su propia ciberseguridad, las cifras nos demuestran que los ciberataques no solo no van a remitir, sino que, de hecho, van a estar cada vez más presentes en el día a día de las grandes empresas.
Por ello, la concienciación empresarial ha aumentado y los directivos de las grandes compañías cada vez están más preocupados por la integridad informática, ya que podría poner en tela de juicio tanto su sostenibilidad a corto y medio plazo como su propio futuro.
Así lo demuestra un año más la consultora Gartner, que ha adelantado y hecho públicas algunas de las claves de su informe The 2018 CIO Agenda: Mastering the New Job of the CIO.
Lo malo de los riesgos de ciberseguridad es que caducan cada poco. Si una empresa cree estar preparada para afrontar las últimas metodologías de ciberataque que ha observado en el mercado, no puede dormirse en los laureles, ya que estas técnicas van creciendo cada día e incluso van cambiando de protocolo de actuación. Nos encontramos, por tanto, ante un escenario de gestión de riesgos que cambia de manera constante.
En este contexto, La tendencia al alza del ‘machine learning’ es tal que de hecho, según Gartner, en 2025 será una tecnología totalmente implementada en las soluciones de ciberseguridad empresarial de gran parte de las compañías, ya que este tipo de tecnología, más ágil y adaptativa, es capaz de ir aprendiendo en tiempo real, detectando las nuevas brechas de seguridad, evaluando los nuevos métodos de ataque y, por último, combinando todos esos conocimientos para, en el menor tiempo posible, adaptar y mejorar sus procesos de ciberseguridad.
Fuente: Panda Security